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10 julio, 2006

Tarjetas, visado y... una japonesa

Cielos, cómo me complico la vida... Hoy he ido a Cajamadrid a recoger mis dos nuevas tarjetas. Me aterra quedarme sin dinero en Sydney, yo solito, así que me he hecho un par más por si las moscas... También se supone que deberían tener listos unos dólares australianos que pedí, pero como tengo la negra, los dólares eran canadienses. Espero tener los dinerillos para dentro de un par de días. Por cierto, mirad cuántos colorines tienen los dichosos billetes:


Para rizar el rizo, me he abierto una cuenta en Citibank. Así también me llevo una tarjeta de este banco, con la que podré sacar dinero en cajeros Citibank de Sydney. Supongo que con todas estas tarjetas y el dinero que me llevo, no tendré problemas de liquidez y podré vivir tranquilamente y sin preocupaciones económicas.

También tengo ya mi visado. Fui a recogerlo la semana pasada a la embajada Australiana. Yo no sabía que un visado era una simple pegatina que te ponen en el pasaporte. Según me puntualizaron en la embajada, no es algo que me pedirán al entrar en el país, sino que me lo "exigirán". Así que espero que les guste la pegatina y no me pongan demasiados problemas. Yo me encargaré de poner mi mejor cara de bueno y de no haber roto un plato nunca. Alguno sabéis que eso se me da bien...

Hoy de casualidad me he encontrado un vídeo de una japonesa que llega a Londres. Sus comienzos son bastante traumáticos, como veréis, pero al final se acaba adaptando e integrando en la vida londinense. Supongo que es una síntesis de lo que me puede pasar a mí cuando llegue a Australia. Afortunadamente, Sydney parece mucho más acogedor y cálido que Londres... y si no, mirad esta galería tan chula. Sin embargo, la medusa londinense que aparece en el video aparenta ser algo más sociable que las australianas, que son algo agresivas. (Por cierto, el vídeo de la japonesa lo podéis también ver en formato QuickTime aquí).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece increíble que para una cosa que tienen que hacer los bancos, la hagan mal

¿Qué hubiese pasado si te tuvieses que ir el día que esperabas que te entregasen los billetes?

Por cierto, nos quejábamos de nuestros billetes de euro. Menuda horterada de billetes y colores, reina viejuna de Inglaterra incluída.