Aprovechando que hoy estoy de buen humor porque me han salido bien un par de cosas, os voy a contar algunas de mis impresiones sobre los manjares culinarios que se pueden degustar por estas tierras.
Si hablamos de restaurantes, la variedad gastronómica es amplísima. Al ser australia uno de los destinos emigratorios preferidos a nivel mundial, abundan restaurantes asiáticos de todo tipo, libaneses, griegos e italianos fundamentalmente (en Melbourne se encuentra la comunidad italiana más grande fuera de Italia). En Sydney también existen algunos restaurantes españoles, localizados en la zona del Spanish Quarter, en el que cada año se celebra un festival callejero. Realmente más que lugares españoles, se trata de lugares latinos en general, donde puedes comer desde una tortilla de patatas (o algo parecido) a unas enchiladas o tomarte un cóctel margarita.
A pesar de este gran abanico de posibilidades, la inmensa mayoría de estos locales no venden otra cosa que comida rápida. Si quieres degustar algo un poco más elaborado y hacerlo en un soporte que no sea de papel o plástico, tienes que acudir a lugares más caros en los que, por supuesto, no existe menú del día con primer y segundo plato y café o postre. En casi todas partes existe la posibilidad de pedir comida para llevar (take away), que los australianos aprovechan fundamentalmente para solucionar el tema de la cena, y si lo tuyo son las hamburgueserías, aquí no pasarás hambre (aquí Burguer King lo han rebautizado como Hungry Jack's).
Si hablamos de alimentos sin cocinar: el sushi es barato y abundante, y dentro de la línea de hábitos saludables (ejem) que aquí mola tanto, hay muchas "zumotecas" (el palabro el mío) donde te preparan tu combinado de frutas en un periquete. Si hablamos de maneras de cocinar: los australianos no pierden la oportunidad de cocinar cualquier alimento imaginable a la barbacoa. Que les gusta una barbacoa aquí (o BBQ, como aquí lo llaman, pronunciado "bibiquiú"). Por último, a la hora de comer, yo recomendaría dar una vuelta por la zona de Darling Harbour, o acudir a Fish Market. En este último lugar, por un precio razonable, te puedes atiborrar de pescado y marisco cocido, frito o al grill. Sobre las salsas no haré comentarios.
Los australianos se justifican aduciendo que son un país joven y, por lo tanto, no tienen tradición culinaria. Yo ampliaría este argumento diciendo que la poca tradición culinaria que tienen procede de esa isla del norte de Europa que ya sabéis, y eso también explica que abunden tanto esos locales conocidos como fish and chips.
Respecto a las cocinas de las casas. Hay algunos utensilios que no faltan en ninguna de ellas:
- El hervidor de agua, o kettle. Para poder preparar un té, claro (o calentar agua para echar dentro de algún que otro bote de plástico o papel con comida deshidratada; principalmente noodles).
- El rice cooker. Se trata de un sofisticadísimo utensilio eléctrico para preparar arroz. Esto les viene de asia, claro.
- La barbacoa. Si tu casa tiene un cachito de jardín o patio, debes tener una.
- Un wok. Muchas veces no lo usan, pero en la cocina decora mucho.
¿Qué no hay? Pues
olla a presión. No existe. Y total no les hace falta, porque aquí en general todo va frito, o al grill.

Por cierto,
Juanje ha subido a flickr algunas fotos de nuestro viaje por Australia. Espero que os gusten.